MUSEO JACINTO JIJON Y CAAMAÑO
Ubicación: Av. 12 de Octubre 1076 Y Roca
Fecha de creación: 1890-1950
Descripción:
El Museo Jacinto Jijón y Caamaño se encuentra ubicado
en el primer piso de la
Biblioteca de la Pontificia Universidad Católica del
Ecuador (Quito). Su sección
arqueológica ofrece una vitrina considerablemente
representativa de la época
precolombina en el país, a través de la exhibición de
la colección creada por Jacinto
Jijón y Caamaño (1890-1950), la cual fue donada a la
PUCE por su esposa en 1963.
Por consiguiente, a más de conformar un recorrido del
Ecuador prehispánico, el
fondo arqueológico del museo de la católica esboza
además el perfil de un
personaje considerado como el pionero, o quizá, el
fundador, de la arqueología
nacional, siguiendo los pasos de su maestro, el Padre
González Suárez, creador de
la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos
Americanos.
A través de su labor, Jacinto Jijón y Caamaño dio cuenta
de una preocupación
constante por la identidad nacional, la misma que se
refleja a lo largo de su carrera
de investigador. De hecho, Jijón y Caamaño tuvo la
oportunidad de trabajar en
diversas zonas del Ecuador: Urcuquí, Quito, El Quinche,
Riobamba, Guano,
Tuncahuán, Elén-Pata, Cerro Jaboncillo, Manta. Excavó
también en Lima (cultura Maranga), mientras que su vocación profesional y sus
vuelos autodidactas lo
condujeron hasta Europa, en cuyas bibliotecas y
archivos investigó desde 1912
hasta 1916. Fue el primer arqueólogo ecuatoriano en
trabajar con estratigrafía, y en
proponer una secuencia cultural precolombina basada en
el registro material
excavado y/o analizado. Esta rigurosa metodología de
investigación fue además
minuciosamente plasmada en diarios de trabajo, los
mismos que pueden ser
admirados hoy en día en las vitrinas del museo. Por
otra parte, cabe resaltar que,
acorde a la tendencia de su época, las interpretaciones
de Jijón denotan un tinte
claramente difusionista. Le debemos también la idea de
la famosa “liga de
mercaderes manteña”.
El fondo arqueológico conformado por Jijón fue exhibido
por vez primera en 1950,
fecha en que su creador fundó su Museo de Antigüedades
y de Arte Ecuatoriano en
la mansión de la Circasiana, construida por don Manuel
Jijón Larrea. Joya del
patrimonio arquitectónico y artísitco quiteño, la
Circasiana fue transformada por Jijón
en sede de su "Gran Biblioteca Americanista",
así como de su laboratorio. En la
actualidad, alberga las oficinas del INPC y del Archivo
Municipal Histórico.
El fondo arqueológico de este museo constaba
inicialmente de material excavado o
rescatado por Jijón, a raíz de sus investigaciones en
la Sierra, la Costa y en Perú,
material al que se añadieron piezas mesoamericanas, así
como la colección de Max
Uhle, y un fondo etnográfico. La organización actual
del museo de la PUCE combina
una visita organizada en torno a ejes
geográfico-culturales (regiones cañari, puruhá,
panzaleo, de Urcuquí, Chaupicruz, Tuncahuán, Carchi,
Cuasmal, Manteño, Napo y
Maranga), cronológicos (invasión inca por ejemplo...),
y temáticos (metalurgia,
visiones shamánicas, estilos híbridos, el ecosistema
andino).
Cada tema de la exhibición cuenta con paneles
explicativos y mapas referentes a
las piezas que les son asociadas. Así, cada cultura
consta de una presentación
referente a sus prácticas agrícolas, artesanales
(alfarería, metalurgia), funerarias,
políticas y religiosas. Cabe resaltar que el museo
posee además especímenes
únicos de las famosas sillas manteñas. Por otro lado,
las piezas de la cultura Napo
fueron añadidas posteriormente al fondo original de
Jijón, ya que este último no
investigó en la región amazónica. Por último, se
destacan la presentación de una 133
momia maranga descubierta por Jijón, así como la
reconstitución del ajuar funerario
asociado a la misma.
A nivel museográfico, subrayaremos que, de manera
general, tanto la calidad del
guión como la presentación de las piezas orientan de
forma eficiente al visitante,
sea o no éste profesional. Quizá una mejor iluminación
en ciertas vitrinas, la
traducción de los paneles o la colocación de rótulos
descriptivos en las piezas
contribuirían a mejorar la organización ya
considerablemente didáctica de esta
exposición, la cual logra con todo éxito no sólo
presentar una colección arqueológica
en particular, sino también, dar a conocer la labor
fundadora de su creador, la cual
ameritaría una mayor difusión.
Horario de atención:
Lunes a Viernes: 08:00 a 13:00 / 14:00 a 16:00
MUSEO WEILBAUER
Ubicación: Av. 12 de Octubre 1076 y Roca. Centro
Cultural PUCE, 2do.piso
Fecha de creación: El museo fue inaugurado un 13 de
abril de 1988
Descripción:
El Museo Weilbauer pertenece a la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador. Se
trata de un museo de arqueología ecuatoriana, en donde
se presenta el trabajo del
hombre del antiguo Ecuador desde el Período Paleoindio
hasta el Período de
Integración.
Las piezas que actualmente se exhiben en el museo
fueron propiedad de una pareja
de alemanes: Hilde y Eugen Weilbauer, razón por la cual
el museo lleva este
nombre. Dentro de la misma colección se encuentran
también expuestas piezas
arqueológicas fruto de las investigaciones del
arqueólogo ecuatoriano Padre Pedro
Porras Garcés, auspiciadas por la Pontificia
Universidad Católica del Ecuador.
El museo pone énfasis en el carácter didáctico de la
exposición, en función de lo
cual, su organización espacial divide las salas en los
períodos con las culturas
representativas de cada región; así como leyendas
informativas, mapas y otros.
En el museo existe un total de 1.874 piezas exhibidas
en 22 vitrinas y 103 cajones
vitrinas, así como 1.855 fragmentos en su mayoría
cerámicos.
El museo posee una sala-biblioteca “Porras Garcés”, la
misma que proporciona
libros para investigación en temas de Arqueología,
Antropología, Historia y temas
afines. También cuenta con una “sala-taller” en donde
se realizan obras artesanales para
difusión del Arte Precolombino, la misma que posee una
interesante colección de
fragmentos cerámicos llamada “Tiestoteca”, así como 103
fotografías de los trabajos
arqueológicos realizados por el Padre Porras cuando
docente en la PUCE.
HORARIO DE ATENCIÓN:
Lunes a Viernes de 09h00 – 17h00
ENTRADA: Gratuita
MUSEO ANTROPOLOGICO DE LA UCE ¨ ANTONIO SANTIANA¨
Descripción:
El Museo Antropológico de la Universidad Central exhibe
una muestra de 12 mil
años de cultura aborigen. Fue creado en 1925 como museo
Arqueológico Nacional
con valiosas piezas arqueológicas y de historia
natural. Desafortunadamente, en el
incendio de la vieja casona, ocurrido el 9 de noviembre
de 1929, se perdieron
muchas piezas. El año 1959 se incorporó a la colección
original una muestra de
cráneos y objetos indígenas contemporáneos, con lo cual
adquirió el carácter en
museo antropológico y etnográfico, bajo la dirección
del doctor Antonio Santiana,
que hizo importantes contribuciones a la antropología
física y cultural.
Desde hace varias décadas el museo forma parte de la
Facultad de Filosofía, Letras
y Ciencias de la Educación. El año 2010 el museo fue
reabierto con un nuevo diseño
museográfico y una concepción museológica
antropocéntrica. Según el testimonio
del actual director, el Museo Antropológico Antonio
Santiana Guarda una colección
arqueológica de 1300 piezas y resalta la figura humana,
plasmada en esculturas y
artefactos utilitarios y rituales, inspirados en
personajes reales que hablan no solo
de un antropormorfismo sino también de un
antropocentrismo de los pueblos
prehispánica.
El viejo museo exhibe un atractivo diseño en el que se
combinan murales, dioramas,
textos explicativos y 27 vitrinas con valiosas piezas
de las colecciones que
pertenecieron a Jacinto Jijón y Caamaño, Federico
González Suárez, Max Uhle y
Antonio Santiana. La concepción teórica del museo de la
Universidad Central contribuye a desvanecer
el mito de América como el continente inferior y sin
memoria histórica, y a
desmitificar la vieja tesis eurocentrista de la
inferioridad de los pueblos americanos.
Ante esa percepción deformada e histórica se redescubre
a nuestros pueblos y a
su proceso de su evolución cultural, en el tránsito de
primitivas formas comunitarias
hacia formas pluriclasistas de división del trabajo, lo
cual se expresa en el desarrollo
de múltiples ámbitos del saber y el hacer, como en la
cerámica, la Agricultura, la
construcción de viviendas, caminos, embarcaciones,
monumentos ceremoniales,
textilería, orfebrería, platería, medicina. Se destaca
el uso y conservación del suelo
y del agua, mediante los cultivos en terrazas y la
construcción de canales de riego;
el conocimiento de la flora y fauna nativas, y la sabia
utilización de las plantas
medicinales para la satisfacción de sus necesidades
básicas: alimentación,
vivienda, vestuario, comunicación, fabricación de
herramientas y objetos
ceremoniales.
El museo Antropológico de la Universidad Central guarda
importantes testimonios
materiales de las principales culturas precolombinas
del Ecuador y con ello se
recrea la verdadera historia aborigen. Expresa Plutarco
Naranjo en el estudio
introductoria al libro El Pan de América: cuando los
españoles descubrieron América
-esto lo atestigua el propio Colón en su diario y sus
cartas a los Reyes Católicos-,
encontraron un pueblo saludable, de gentes robustas y
singular belleza Mientras
fueron señores de sus tierras, los aborígenes de
América gozaron de una
alimentación variada y balanceada. Desarrollaron
técnicas agrícolas que les
permitía gozar de buena alimentación y nutrición. La
conquista implicó una profunda
alteración en sus patrones alimentarios pasó a una
dieta limitada y monótona.
América tanto en su parte tropical como en su área
andina fue un importante centro
de domesticación de plantas y de desarrollo de nuevos
cultivos, algunos de los
cuales, ahora sabemos son de muy alto valor
alimenticio: la quinua, el chocho, los
amarantos.
En bien logrados dioramas e ilustraciones el museo
presenta secuencias históricas
de la evolución cultural de los pueblos que habitaron
la Costa, la Sierra y Amazonía
de lo que ahora es el territorio ecuatoriano. La
historia oficial destacó las hazañas
de los conquistadores pero ocultó la verdadera historia
y cultura de los pueblos
americanos, las técnicas para enfrentar los problemas
de sobrevivencia y
reproducción social y los conocimientos
protocientíficos del mundo físico y del
mundo viviente. Hace cinco siglos se edificó el mito
del continente inferior y sin
memoria para justificar la explotación y el genocidio
colonial; luego se pretendió
levantar el mito del fin de la historia para imponer el
pensamiento hegemónico y la
política de dominación global. El Museo Antropológico
de la Universidad Central
contribuye a desterrar mitos y prejuicios, aporta al
fortalecimiento de la conciencia
social de nuestro pasado que nos enorgullece y afirma
como un pueblo dueño de
una larga historia, con la cual todos los ecuatorianos
debemos identificamos.
MUSEO CASA DEL ALABADO
Ubicación: Calle Cuenca N1-41 entre la plazas de San
Francisco y Santa Clara
Fecha de creación: 2002
Descripción:
Casa del Alabado - Museo de Arte Precolombino es una
institución cultural de
carácter privado cuyo objetivo primordial es contribuir
al desarrollo de la cultura en
Ecuador, realizando funciones educativas, sociales y de
investigación. El museo
custodia un patrimonio arqueológico de aproximadamente
5000 piezas
provenientes de la mayoría de sociedades que habitaron
el territorio ecuatoriano en
el pasado. La exposición permanente busca que el
visitante descubra la magnitud
del pensamiento y la cosmovisión indígena americana,
así como la riqueza estética
de las piezas que las ejemplifican.
La Casa del Alabado ocupa el espacio histórico de un
inmueble colonial del siglo
XVII ubicado en el Centro Histórico de Quito, entre los
conventos y plazas de San
Francisco y Santa Clara. En el año 2002 se empezó a
gestar la idea de crear un
museo de arte precolombino ecuatoriano, el cual pueda
convertirse en un espacio
lúdico de reflexión y encuentro de ciudadanos de
diversos lugares del planeta.
Casa por adentro: Los espacios coloniales se funden con
diseños modernos,
creando un balance ideal entre lo clásico y
contemporáneo. La madera y el adobe
nos reciben en cálidos espacios que inspiran reflexión
y tranquilidad.
El patio del higo: Una pausa siempre será bienvenida,
el aire fresco y el hermoso
cielo azul de Quito nos invita al reposo, antes de
proseguir nuestra lúdica
experiencia cultural.
Las raíces del inframundo: Una vez que se abandona el
Inframundo, se siguen
las raices del mismo que ascienden hacia la segunda
plantra, donde nos aguardan
el Mediomundo y el Supramundo, cuyos origenes se
pierden en la esencia del
Inframundo.
La colección y la casa: La colección del Museo Casa del
Alabado tiene como
origen el generoso desprendimiento de filántropos
ecuatorianos, quienes decidieron
donar sus colecciones y de este modo poner en uso
social el maravilloso patrimonio
cultural que venían resguardando alrededor de cinco mil
piezas dan vida al Museo,
cubriendo el amplio espectro de la historia
precolombina ecuatoriana, desde los
5000 ANE hasta la época de dominio Inca. El criterio
que guía a la colección es el
estético, caracterizándose en su conjunto por la
armonía de las formas, la
originalidad del diseño, la fiel representación del
entorno y la abstracción de la
naturaleza.
Horario de atención
Abierto de martes a sábado de 9:30am a 5:30pm
Domingos y feriados de 10:00am a 4:00pm.
Costo: Adultos: $ 4.00
COLECCION ANHALZER VALDIVIESO
Ubicación: Av. Colón
Fecha de creación: 1941
Descripción:
Hace 60 años, Olga Anhalzer de Fisch fundó el almacén
de artesanías que
hoy lleva su nombre. Gogo Valdivieso de Anhalzer,
sobrina política de
Fisch, es ahora la encargada de mantener vivo el
espíritu de su tía en la
tienda.
Cuenta Gogo que Olga se inició haciendo alfombras:
"ella es conocida como
la matrona de las artesanías, es una mujer de origen
húngaro que nos hizo
ver a los ecuatorianos las maravillas que teníamos
aquí."
Cuando Olga Fisch llegó al Ecuador se quedó sorprendida
de la riqueza
artística y étnica de esta tierra. Dice Gogo Anhalzer
que Olga no
establecía diferencias entre sus amigos, entre los que
se contaban
personas de toda etnia y condición económica. Por lo
tanto, sólidos lazos
de amistad le unieron con habitantes de varias comunas
indígenas. "En el
caso de los habitantes de Tigua (provincia de
Cotopaxi), fue ella quien
les enseñó lo que es un cuadro. Ellos pintaban solo
tambores y resulta
que en el primer cuadro que hacen, le pintan a ella y
le dan la
importancia del danzante de Corpus, en el poder con el
bastón de mando",
cuenta Gogo. El almacén de folclor de Olga Fisch se
inició en 1941 en la calle Tarqui,
posteriormente fue transferido a la Av. Seis de
Diciembre y desde 1951
está ubicado en la Av. Colón, donde vivía su
propietaria y donde se
mantiene hasta la actualidad. "En ese tiempo esto
era campo y hoy podemos
ver en el jardín las palmas y las araucarias, que
pertenecían a grandes
casas antiguas. Olga tenía aquí la casa y la huerta, y
ahora la huerta es
mi casa, desde hace 37 años. La Colón era una calle
importante, yo vivía
en La Pradera y Jorge, que era mi novio, vivía aquí,
pero el camino era
larguísimo."
Hace 11 años, cuando falleció Olga, "el reto de la
herencia de nombre era
muy grande", sostiene Valdivieso. Y en efecto, la
labor de esta dama ha
mantenido en alto el nombre de su tía. La tienda de
folclor Olga Fisch ha
sido la pionera en capacitar a los artesanos y darles
un espacio para su
desarrollo. El éxito del almacén se basa en el concepto
que se ha
mantenido desde sus inicios: una profunda valoración de
nuestra tradición
artística, como ocurre en México, "donde la
artesanía está en la casa del
más humilde, como en la de la gente más
adinerada", afirma.
"Me atrevería a decir que Olga fue de las primeras
hippies. Para ella
todo era aventura. Para venir de Africa a Brasil lo
hizo en zeppellin y
su último viaje fue en el ultraligero de mi hijo Jorge
(el zopilote
vengador), a los 89 años", concluye Gogo.
Dos salas de exposición, en la Colón
El año pasado, en homenaje a su esposo Jorge Anhalzer,
quien falleció
hace tres años en un accidente de aviación mientras
cumplía sus funciones
como presidente de la Fundación Charles Darwin, Gogo
Valdivieso de
Anhalzer creó un museo de arqueología a partir de una
colección privada.
También se adecuaron varias salas en la segunda planta
del almancén,
donde se exponen obras de arte popular y colonial, en
memoria de Olga
Fisch.
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